Je ne sais pas comment te dire, j'aurais peur de tout foutre en l'air, de tout détruire...Mais j'ai toujours laissé derrière les sentiments...
(No sé cómo decírtelo, tengo miedo de echarlo todo a perder, de destruirlo todo...pero siempre dejé atrás, los sentimientos...)
Estar todo el día ojo avizor de un cacharro absurdo que se moderniza con el tiempo, al que todos llaman móvil, y que en teoría se hizo para llamar o enviar mensajes, sin embargo la tecnología rebasa y nosotros la perseguimos con ansia: todos queremos que nuestro pequeño chisme haga fotos de alta resolución, grabe vídeos, poder ojear nuestro correo en cualquier momento... Lo queremos -TODO- y lo esperamos todo de él.
¡Lo que de verdad quiero de ese execrable cacharro es que suene de una vez!
Una sola llamada, un mero mensaje, podría hacer que dinamitara en estos momentos.
Pero NO, eso no va a pasar (por el momento), porque somos demasiado orgullosos para ser los primeros en dar el paso. Esperamos a que sea el otro, el -ATREVIDO-, y lo único que conseguimos es retraer nuestros sentimientos e intentar relegar de algo que los dos sabemos.
¿Quién dará el primer paso? ¿Tú o yo? "Quién arriesga no gana" dice el refrán, pero ¿Porqué yo y no tú?
No sé ni lo que sientes pero lo intuyo, lo único de lo que estoy segura es de que lo que siento cuándo me miras no lo había sentido jamás. Millones de ilusiones se avecinan e iluminan mis ojos al imaginarme que tal vez un día podamos estar juntos en este mundo repleto de incoherencias y mal entendidos.
Sueño con ese instante, en el que no harán falta palabras para que te des cuenta de lo que siento, de cómo me siento cuándo estoy contigo. Cómo ya te dije una vez, eres mi punto y a parte en un día "normal" de mi vida.
Me conmueve el hecho de que sólo confiaras en mí para contarme las cosas trascendentes de tu vida, me estremece ver como poco a poco nos vamos distanciando el uno del otro, sin explicación alguna (o aparente).
¿Es que te has cansado de mí? ¿Tienes miedo de lo que pueda suceder?
Somos y siempre seremos distintos, provenimos de entornos opuestos, tenemos objetivos diferentes, pero no incompatibles, y lo más importante: estas en mí designio desde el primer día en el que te conocí, hace ya 10 años exactamente. Nunca, olvidaré los momentos vividos ni las conversaciones filosófico-cómicas que compartimos. Esto no es un adiós, es un NO me pienso rendir. Nos han hecho falta 10 años para atrevernos a dar el paso, ¿Porqué no continuar el camino que tanto ansiamos?
Puede que me decepcione si fallo, pero estaré perdida si no lo intento.
(No sé cómo decírtelo, tengo miedo de echarlo todo a perder, de destruirlo todo...pero siempre dejé atrás, los sentimientos...)
Estar todo el día ojo avizor de un cacharro absurdo que se moderniza con el tiempo, al que todos llaman móvil, y que en teoría se hizo para llamar o enviar mensajes, sin embargo la tecnología rebasa y nosotros la perseguimos con ansia: todos queremos que nuestro pequeño chisme haga fotos de alta resolución, grabe vídeos, poder ojear nuestro correo en cualquier momento... Lo queremos -TODO- y lo esperamos todo de él.
¡Lo que de verdad quiero de ese execrable cacharro es que suene de una vez!
Una sola llamada, un mero mensaje, podría hacer que dinamitara en estos momentos.
Pero NO, eso no va a pasar (por el momento), porque somos demasiado orgullosos para ser los primeros en dar el paso. Esperamos a que sea el otro, el -ATREVIDO-, y lo único que conseguimos es retraer nuestros sentimientos e intentar relegar de algo que los dos sabemos.
¿Quién dará el primer paso? ¿Tú o yo? "Quién arriesga no gana" dice el refrán, pero ¿Porqué yo y no tú?
No sé ni lo que sientes pero lo intuyo, lo único de lo que estoy segura es de que lo que siento cuándo me miras no lo había sentido jamás. Millones de ilusiones se avecinan e iluminan mis ojos al imaginarme que tal vez un día podamos estar juntos en este mundo repleto de incoherencias y mal entendidos.
Sueño con ese instante, en el que no harán falta palabras para que te des cuenta de lo que siento, de cómo me siento cuándo estoy contigo. Cómo ya te dije una vez, eres mi punto y a parte en un día "normal" de mi vida.
Me conmueve el hecho de que sólo confiaras en mí para contarme las cosas trascendentes de tu vida, me estremece ver como poco a poco nos vamos distanciando el uno del otro, sin explicación alguna (o aparente).
¿Es que te has cansado de mí? ¿Tienes miedo de lo que pueda suceder?
Somos y siempre seremos distintos, provenimos de entornos opuestos, tenemos objetivos diferentes, pero no incompatibles, y lo más importante: estas en mí designio desde el primer día en el que te conocí, hace ya 10 años exactamente. Nunca, olvidaré los momentos vividos ni las conversaciones filosófico-cómicas que compartimos. Esto no es un adiós, es un NO me pienso rendir. Nos han hecho falta 10 años para atrevernos a dar el paso, ¿Porqué no continuar el camino que tanto ansiamos?
Puede que me decepcione si fallo, pero estaré perdida si no lo intento.
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