-PUÑALADAS-
Clavadas por mi ser.
Cuatro años han pasado,
Al fin han dejado de entormecer.
No duele sino mata,
-RECORDAR-
Jamás podré olvidar.
No puedo evitar esta rabia
de haber caído.
Sin ser consciente pude ver,
cómo lágrimas y sollozos
formaban una masa,
que se aferró con suma fuerza
en mi casa.
En mi único habitáculo.
Gritos y violencia,
fuerza e impotencia.
Sufrimiento de unos padres
que sacaron de un pozo
repleto de cristales resquebrajados,
la poca vida que quedaba;
Guarecida en las entrañas de un cuerpo sin vida.
Sin objetivos ni ilusiones,
Sin amores ni pasiones,
el audaz bosque de la vida,
me dio una segunda oportunidad.
-VIDA-
No puedo escribir más,
sin sentir las ásperas gotas de agua,
disolverse lentamente por mi rostro.
Vergüenza no me queda después de todo.
Mirarme todos y descubrid lo que soy.
Débil e insegura,
sensible y susceptible de todo y nada.
-VIVENCIA-
Nunca supe lo que se aprende sufriendo.
Ahora entiendo partes de lo dicho.
Quedará siempre en entredicho
si todo ha quedado atrás,
o si algún día volverá.
Estoy en permanente lucha
contra lo invisible.
Llena y vacía por momentos,
tengo algo de lo que puedo presumir.
Una familia, que siempre ha estado ahí.
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