Fucking feelings

-ENGAÑÉMONOS- 

Ya que estamos todos dispuestos a creer que nada tiene sentido.

En esta puta vida en la que todos buscamos nuestro camino y mientras lo hacemos nos perdemos la vida.

 Lograr lo que uno quiere, eso es lo más difícil, y una vez lo obtienes, ¿Qué raro no? ¡Qué ya no lo quieres!(o no te importa).

 El deseo es más fuerte que nuestros logros. Siempre queremos más y más, la avaricia rompe el saco, pero no es avaricia, son objetivos que nos marcamos, ilusiones del día a día, van acumulándose nuestras aspiraciones y sin embargo sólo pensamos en las que nos quedan por lograr y no en las que hemos conseguido ya. Avanzamos gracias a ello, pero eso no impide que nuestras ilusiones se hagan cada vez más y más grandes, hasta el punto en que se asemejen a una avalancha que pronto caerá sobre ti, destruyendo todo lo que habías construido ya.

Mirarte al espejo, ver lo que eres por fuera, y no saber con certitud lo que eres ni qué imagen transmites. Preguntarte a ti mismo si cometes errores al tomar decisiones, no saber si lo que haces tendrá consecuencias poco afables... Los ojos se fían de ellos mismos, las orejas se fían de los demás. Mentira, yo sólo me fío de lo que veo y de lo que percibo, puesto que la objetividad no existe en la mente humana. Es un poco radical lo que digo, pero mis experiencias me han hecho actuar de esa manera.

Decisiones arduas ante situaciones que parecen simples desde los ojos de otras personas... Consejos que no te molestas en razonar ni en seguir, puesto que aún no lo sabes, pero inconscientemente ya has tomado tu propia decisión. Sólo necesitas oír lo que quieres oír para poder actuar de una vez.

Diseño, moda, ade y derecho, publicidad... ¿Qué es lo que realmente quiero? Lo tengo claro: No lo sé.

Por el momento me dirijo sin dirección, camino sin caminar y decido sin convicción. 

Ver unos zapatos de Latouche en un escaparate y sentir cómo mis ojos tiemblan porque no saben si la mente resistirá a la tentación. 

Suelo resistir a ella cuándo me doy cuenta de que lo importante no son los zapatos, sino lo que siento por la moda, algo más allá de la mera inspiración. Dejar que el lápiz trace tus visiones, dar rienda suelta a tus sentidos y plasmarlos en una hoja blanca tamaño A4, que acoplas con el resto y la guardas en ese cajón de tu habitación, evitando así que nadie las vea.