Son las diez y suena la risa risueña de la canción de Maldita Nerea, "Con trocitos, de lo verde del jardín..."
Un ojo se abre, el otro se resiste, y al fin me incorporo para ponerme las zapatillas y hacer lo que todo dios hace al levantarse.
Una vez cumplida la tarea de des-dormir (es decir, estando despierta y predispuesta), me dirijo hacia el lugar donde todo el mundo corre sin moverse, pedalea sin avanzar y coge peso sin que nadie le obligue.
<Supongo que su nombre es obvio, GIMNASIO>
Ese lugar al que todos prometemos ir cuando brindamos en fin de año.
No es tan cruel como lo pintan, a mi me carga cual pila Duracel.
Allí me paso hora y media, con la música estallando mis tímpanos y corriendo hasta que la coleta se transforma en un pendulo a punto de quebrar.
Una ducha refrescante, y una visita al TEMPLO: Starbucks, porque un frappuccino (esta vez DES-cafeinado), nunca está de más.
El dulce sabor te calma, te llena de energía para seguir el día y si además lo saboreas bajo el sol de un mediodía apacible, casi todo es perfecto.
Primer día de cambio: ni una gota de cafeína y sigo viva.
Este fin de semana veré al fin a la persona que me hace reír en los momentos más obscenos, y convierte mi melancolía en brisa, brisa que calma y endulza mis días.
Hoy ha muerto un gran hombre, alguien que en un discurso dejó claro lo que de verdad importa en la vida, creer en ti mismo, encontrar lo que te gusta hacer y no desperdiciar jamás el tiempo.
Steve Jobs, eres un genio.
Un ojo se abre, el otro se resiste, y al fin me incorporo para ponerme las zapatillas y hacer lo que todo dios hace al levantarse.
Una vez cumplida la tarea de des-dormir (es decir, estando despierta y predispuesta), me dirijo hacia el lugar donde todo el mundo corre sin moverse, pedalea sin avanzar y coge peso sin que nadie le obligue.
<Supongo que su nombre es obvio, GIMNASIO>
Ese lugar al que todos prometemos ir cuando brindamos en fin de año.
No es tan cruel como lo pintan, a mi me carga cual pila Duracel.
Allí me paso hora y media, con la música estallando mis tímpanos y corriendo hasta que la coleta se transforma en un pendulo a punto de quebrar.
Una ducha refrescante, y una visita al TEMPLO: Starbucks, porque un frappuccino (esta vez DES-cafeinado), nunca está de más.
El dulce sabor te calma, te llena de energía para seguir el día y si además lo saboreas bajo el sol de un mediodía apacible, casi todo es perfecto.
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Coffee Light Frappuccino® Blended Coffee |
Primer día de cambio: ni una gota de cafeína y sigo viva.
Este fin de semana veré al fin a la persona que me hace reír en los momentos más obscenos, y convierte mi melancolía en brisa, brisa que calma y endulza mis días.
Hoy ha muerto un gran hombre, alguien que en un discurso dejó claro lo que de verdad importa en la vida, creer en ti mismo, encontrar lo que te gusta hacer y no desperdiciar jamás el tiempo.
Steve Jobs, eres un genio.
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