Estamos hechos de sueño sin cumplir, de derrotas consagradas, de ilusiones quebrantadas.
Mi pregunta es, ¿hasta dónde llegarías por cumplir tu sueño?
A veces uno tiene que verse destruido para así poder recomponer los recuerdos. Tiene que caer profundo para así poder emerger con una finalidad.
Tiene que verse así mismo con sus demonios para aceptar los defectos adecuados que posee.
Tiene que dejar salir todos los llantos para sanar el corazón que ya no entiende de pasiones furtivas.
Tiene que sentirse distinto para así entender la versificidad.
Tiene que mirarse a los ojos para observar la luz que aún resplandece.
Tiene que redescubrir sus motivaciones para confiar en la intuición.
En las noches de insomnio pienso en ti